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Conoce algunos de los efectos del estrés en tu cuerpo

Hasta un tercio de los consultantes con una afección cutánea tiene un problema psicológico y/o psiquiátrico, como depresión o ansiedad, afirma la dermatóloga Patricia Karen Paucar en un artículo académico.

“Se observa en enfermedades como psoriasis, acné vulgar, hiperhidrosis, dermatitis atópica y liquen simple crónico, donde los pacientes manifiestan una relación transitoria entre estrés y el empeoramiento de su condición de piel”, expone la especialista en el documento publicado en “Ciencia Médica”.

Rodrigo Roldán, responsable de la Clínica de Oncodermatología de la Facultad de Medicina de la UNAM, detalla que las personas manejan la preocupación y tensión mental de forma distinta, pero hay algunos que, por su sustrato genético, lo reflejan a nivel cutáneo.

“En algunas personas, la piel es el órgano donde se manifiesta, a otros les pasa en la boca, les salen naftas, o en el intestino y presentan cuadros de colitis o trastornos del sueño. Todos tenemos un órgano blanco para manifestar nuestras emociones”, explica.

Entre las que se expresan en la piel enlista el vitiligo, cuando se pierde coloración; y la psoriasis, que se refleja en manifestaciones de placas rojas y con escamas, que dan apariencia de que la piel se está descamando.

“La dermatitis atópica o nerviosa, que se asocia con periodos de ansiedad, por problemas de trabajo, económicos, de pareja, etcétera, es probablemente la número uno. Se manifiesta como áreas que se enrojecen y dan comezón, suele predominar en pliegues, como el cuello y, en las mujeres, con mucha frecuencia, en los párpados”, detalla. 

También se expresa en la caída de cabello, segmentaria o en bloque; o la alopecia areata, cuando se forman círculos donde no hay pelo.

“Cuando la gente ve a alguien con psoriasis dice ‘uy no, tiene lepra’ y la ignorancia da pie a maltrato porque la piel es el órgano de mayor tamaño, nuestro primer sistema de defensas y nuestra carta de presentación, es lo que todo mundo ve”.

Por ello, en casos que se detecten problemas emocionales, se recomienda compaginar el tratamiento dermatológico con el que determine un especialista de la salud mental. 

“Una cosa es el trastorno de la piel, que requiere su manejo y tratamiento específico, y otra, la psicoterapia, que puede ayudar pero, evidentemente, no quiere decir que si te doy una benzodiazepina o logras estar en estado zen, tu estado dermatológico va a mejorar. Se vuelve un círculo vicioso”.

El tratamiento, finaliza Roldán, varía según la enfermedad.

Las consecuencias

La dermatitis, inflamación de la piel, puede…

+ Afectar la calidad de vida del paciente.

+ Estresarlo, pues se rasca y se complica la enfermedad.

+ Producir problemas de autoestima.

+ Alterar sus hábitos de sueño y ponerlo irritable.

Con información de EL DIARIO DE CHIHUAHUA.