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Detectan altos niveles de plomo en productos de la canasta básica

Investigadores de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, en colaboración con el Instituto Nacional de Salud Pública, el Instituto Nacional de Rehabilitación y la organización ambientalista sin fines de lucro Pure Earth, emitieron un informe tras realizar el primer monitoreo de la presencia de plomo en productos de la canasta básica consumidos mayormente por la población mexicana.

El estudio, que analizó 103 alimentos, bebidas y especias, reveló que más del 18% de los productos examinados contenían niveles detectables de plomo. 

Entre los alimentos afectados se encuentran productos fundamentales en la dieta mexicana, como arroz, trigo, soya, cúrcuma, pimienta, chile guajillo, embutidos, dulces de tamarindo y productos para bebés a base de arroz y soya.

Algunos productos industrializados, especialmente aquellos hechos a base de trigo y arroz, superaron los límites máximos permitidos de plomo establecidos por la FAO y la OMS (0.20 mg de plomo por kilo de producto). 

Este hallazgo plantea un riesgo significativo para la salud, ya que la exposición al plomo, especialmente en niños pequeños y mujeres embarazadas, puede tener efectos adversos irreversibles en el desarrollo del cerebro y provocar cambios en la estructura y función del sistema nervioso.

A nivel mundial, la presencia de plomo en alimentos es una creciente preocupación, y países como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Australia, Japón y China realizan monitoreos regulares de contaminantes, incluido el plomo, en los alimentos más consumidos. 

Sin embargo, en México, la falta de vigilancia y medidas preventivas ha llevado a que más del 17% de los niños de entre 1 y 4 años presenten intoxicación por plomo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, publicada en 2018, superando las tasas reportadas en Estados Unidos.

El plomo, que se encuentra naturalmente en el medio ambiente, contamina suelos, aire y agua debido a desechos industriales, afectando la tierra destinada al cultivo de alimentos. Informes internacionales indican que más del 13% de las tierras cultivadas y aproximadamente 40% de los lagos y ríos están contaminados por metales pesados como plomo y cadmio.

Ante este escenario, los investigadores han emitido recomendaciones para reducir la exposición al plomo. Se destaca la importancia de evitar cocinar o almacenar alimentos en loza de barro vidriado, sugiriendo el uso de loza con sello “libre de plomo” producida por alfareros del Fondo Nacional de las Artes. Además, una dieta variada y rica en calcio, hierro y zinc puede ayudar a inhibir la absorción de plomo y sus efectos adversos.

Con información de UNO TV.