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NASA predice que un gran asteroide podría estrellarse contra la Tierra

Los científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa) han predicho que existe la posibilidad de que un asteroide masivo que han estado rastreando choque contra la Tierra en el año 2182, devastando potencialmente un área del tamaño de Texas.

El asteroide fue descubierto por primera vez por astrónomos en 1999 y ha estado en el radar de la agencia espacial desde entonces, mientras los científicos trabajan para seguir su trayectoria.

Desde entonces, ha habido tres encuentros cercanos con Bennu, incluso cuando pasó cerca de la Tierra en 1999, 2005 y 2011, de hecho desde su descubrimiento, Bennu ha sido seguido extensamente con 580 observaciones astrométricas ópticas terrestres, 2 hasta 2018.

Según el estudio publicado por la NASA, Las observaciones terrestres han indicado una probabilidad distinta de cero de que Bennu impacte la Tierra, dependiendo de cómo evolucione su órbita.

El texto también confirma que aproximadamente en septiembre del año 2182 el asteroide impactará a la tierra; sin embargo, habrá una aproximación previa que podría servir para obtener más información.

“La aproximación cercana a la Tierra en 2037 representa la próxima oportunidad para recopilar datos de radar y, por lo tanto, probar la precisión de la predicción de efemérides y mejorar aún más la evaluación de posibles colisiones con la Tierra”, dice el estudio.

El artículo, escrito por el equipo científico OSIRIS-REx, le da a Bennu una probabilidad de 1 entre 2700 de impactar la Tierra el 24 de septiembre de 2182.

Según Earth.com, si el asteroide impactara el planeta, liberaría la energía de aproximadamente 22 bombas atómicas dondequiera que aterrizara.

La explosión sería solo una fracción del impacto dejado por el asteroide que se cree que mató a los dinosaurios hace 66 millones de años. Se creía que esa roca tenía unas seis millas de ancho.

El astrofísico Hakeem Oluyesi habló con ABC News sobre el asteroide y compartió que los científicos pronto tendrán muestras de la roca espacial gracias a que el equipo OSIRIS-REx aterrizó una nave en Bennu y recolectó 2 libras de muestras de roca y tierra en 2020.

“Este es material puro e incontaminado que revela secretos primitivos del sistema solar. Un descubrimiento arriesgado sería encontrar moléculas biológicas o incluso moléculas precursoras de la vida”, dijo Oluyesi.

La explosión seguiría siendo solo una fracción del impacto del asteroide gigante, que se cree que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años, y que se estima que tenía unos 10 kilómetros de ancho.

OSIRIS-REx, acrónimo de Origins Spectral Interpretation Resource Identification Security Regolith Explorer, aterrizó brevemente una nave en Bennu y recolectó alrededor de 2 libras de muestras de roca y tierra en 2020.

En julio, el impacto de una sonda de la NASA chocó contra un asteroide el año pasado, para una prueba de defensa de la Tierra,envió una “nube de rocas” al espacio, según imágenes del telescopio espacial Hubble publicadas en ese momento.

La sonda de la misión DART se estrelló deliberadamente el 26 de septiembre de 2022 contra el asteroide Dimorphos, situado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra en el momento del impacto. Este ejercicio permitió a la NASA entrenarse para el supuesto de que un asteroide amenace algún día con golpear la Tierra.

El impacto de DART desvió la trayectoria de Dimorphos. Imágenes de Hubble muestran que la colisión también liberó en el cosmos 37 rocas de entre 1 y más de 7 metros de diámetro. Las rocas se están alejando lentamente del asteroide, alrededor de 1 km/h, según un comunicado.

A esta velocidad, la misión de la Agencia Espacial Europea, Hera –que debe inspeccionar el asteroide en 2026– podrá observar la nube de rocas. Esta imagen “cuenta por primera vez lo que ocurre cuando golpeas un asteroide y qué sale de él”.

La dispersión de rocas indica que DART creó un cráter de unos 50 metros de diámetro en el asteroide. Los científicos seguirán estudiando la trayectoria de las rocas para comprender “en qué direcciones fueron expulsadas”.

Fuente: SEMANA.